No hay duda que la pechuga de pollo y de pavo sean dos de las carnes de aves más consumidas, es cierto que éstas destacan precisamente por su suavidad, por su textura y por su delicioso sabor. Eso sí, a la hora de cocinarlas y prepararlas, una de las mayores preocupaciones pasan por conseguir que la carne esté tierna. Te proponemos un truco sencillo que te ayudarán en este sentido.
Cuando vamos a cocinar una pechuga de pollo o de pavo, con independencia del tipo de cocción o preparación que escojamos, siempre nos asalta la duda de si en realidad la carne estará tierna o no.
Esto es así porque, por mucho que la carne de pollo ecológico sea de primerísima calidad, si nos pasamos con la cocción finalmente la carne estará dura, y no encontraremos en ella esa suavidad que tanto caracteriza a este tipo de carnes.
Lo cierto es que en definitiva es fácil conseguir que la pechuga de pollo o pavo estén tiernas. Y es que si bien es cierto que todo depende del tiempo y temperatura de la cocción, también es posible hacer un truco realmente útil, a la par que sencillo.
Truco para conseguir que la pechuga de pollo o pavo estén siempre tiernas
El truco es tan sencillo –pero efectivo- que sólo basta con sumergir leche fría las pechugas durante al menos una hora antes de su cocción. Para ello, escoge un bol en el que quepan las pechugas, añade leche fría y sumerge en ella las pechugas durante una hora.
Luego cocínalas o prepáralas al gusto, como tenías pensado en un primer momento.