Es fundamental diferenciar desde un primer momento el pollo en sí mismo del pollo ecológico, dado que sus diferencias tanto de crianza como de alimentación son diferentes, más aún si tenemos en cuenta la seguridad que nos ofrece una carne ecológica de este tipo.
Como de buen seguro sabrás, la carne ecológica nos asegura que todos y cada uno de sus animales que encontramos dentro de cada ganadería ecológica han sido mimados, cuidados y alimentos siempre con alimentos saludables, a la vez que se respeta al medio ambiente.
De ahí que la calidad de estas carnes sea muchísimo mayor, especialmente desde un punto de vista nutricional, dado que son carnes libres de transgénicos y de cualquier sustancia química con la que se haya alimentado al animal desde pequeños.
Teniendo en cuenta que cada vez es mayor el consumo de pollos ecológicos, es habitual que muchas personas quieran conocer un poco más sobre cómo criar pollo ecológico.
¿Cómo criar pollo ecológico?
Desde un primer momento debemos tener presente que el ciclo de cría se desarrolla en tres meses, prácticamente el doble que el de los pollos populares.
También es diferente el alimento que los pollos ecológicos consumen, puesto que son alimentos muchísimo más saludables y sin las sustancias químicas que se utilizan comúnmente para engordarlos con rapidez, protegerlos de enfermedades y/o cambiarles el color.
Esto significa que, para criar un pollo ecológico, se requiere que sea alimentado siempre con productos naturales y orgánicos, a base de insumos energéticos y proteicos de origen vegetal, de manera que los granos deben ser igualmente provenientes de cultivos orgánicos certificados.
Lo habitual es que coman maíz, soja, trigo y pasturas. Y el agua debe ser natural, no tratada previamente con productos químicos.
Es fundamental escoger un buen lugar para el pollo o pollos que vayamos a criar, puesto que es imprescindible que éste no solo sea un lugar adecuado, sino que les aporte la tranquilidad que necesitan para criarse sin estrés y con el mayor mimo posible. Y es que, como sabemos, cómo hayamos tratado al pollo en su cría se traducirá en la calidad final de su carne.