Como todos los cereales ecológicos la espelta aporta una cantidad de calorías nada despreciable. Pero a diferencia de los refinados su pureza le permite conservar intactos todos sus nutrientes entre ellos los hidratos de carbono, que son de asimilación lenta y ayudan por tanto a regular la sensación de hambre, y además su riqueza en fibra hace que mejore el tránsito intestinal y por tanto evita el estreñimiento y la absorción de grasas.
La espelta nos aporta unas 340 calorías por cada cien gramos, algo menos que las del trigo común, pero con la diferencia de que nos son huecas, son de alto rendimiento energético. Por eso es muy recomendable su consumo para aquellas personas que realizan un actividad física intensa.
Esto, unido a su alto valor proteico, en la lisina que ayuda a su asimilación, los hidratos de carbono, su alto contenido en fibra, y su bajo índice de grasa hacen de este cereal un complemento perfecto para dietas adelgazantes equilibradas, y evita subidas y bajadas de glucosa.
La grasa que nos proporciona es similar a la del aceite de oliva, con lo cual indirectamente estaremos beneficiándonos de las propiedades de este, como por ejemplo controlar el colesterol o seguir una buena dieta adelgazante..
De todas formas, si nos decantamos por el uso de la espelta en nuestra alimentación habitual, lo mejor es combinarla con productos bajos en calorías para compensar nuestra ingesta calórica diaria. Una buena idea sería un plato de espaguetis de espelta con tomate natural, brécol, y champiñones.
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