Comer sano implica ir adoptando hábitos de alimentación que incluyan cada vez más productos cultivados de manera respetuosa con el medio ambiente, lo que redunda en mayores nutrientes y menos tóxicos para las personas que los consumen también. Saber diferenciar entre huevos ecológicos y huevos camperos es un primer paso para, cuando vayas de compras.
Aquí te daré una pequeña guía práctica para que podáis diferenciar entre estos dos tipos y elegir el que más se adapte a tu alimentación consciente. Por empezar, los huevos de gallinas criadas en campo provienen de animales que tienen libre acceso al campo abierto.
Cómo distinguirlos
Es decir que pasan gran parte de su tiempo a la intemperie y cuentan con hasta 4 metros cuadrados para andar. Lo importante de esta cría de gallinas es que se respeta su forma de vida natural, no confinándolos a ínfimos espacios. Esto lleva a que los huevos camperos sean más sanos y grandes.
Por el otro lado, los huevos de gallinas ecológicas son tomados de animales que tienen un método de cría similar al anterior. Léase, las gallinas son camperas pero, además, se aplican las pautas de los productos ecológicos.
De este modo, se limita la exposición a productos químicos (tanto a las gallinas como a los terrenos que utilizan y la comida que comen), se las deja estar en un entorno natural y se las trata respetando su integridad física y psicológica. Otro punto a favor de los huevos ecológicos es que no se aplican formas crueles para mejorar la producción.