El yoga es una de las terapias de relajación que más adeptos ha ganado con el paso de los años. La relativa sencillez de su práctica y la mercadotecnia que hemos recibido a través del cine y la televisión lo ha convertido en uno de los recursos más populares en la actualidad. Lejos de querer banalizar sus efectos reales debemos saber que el yoga es realmente eficaz para nosotros, proporcionandos una serie de herramientas que nos ayudarán enormemente a superar el estrés diario a poco que nos esforcemos en aplicarlo correctamente; nosotros somos los que elegiremos hasta qué punto queremos perfeccionar nuestro ejercicio.
La mejor forma de entender el yoga es estudiando su principal objetivo: el autodominio y la expansión del espíritu humano, consiguiendo un equilibro absoluto entre mente y cuerpo. Este objetivo es el que dará pie a todos los demás beneficios, incluyendo la contemplación, estados alterados de consciencia, mayor control físico y mental de nuestro estado de ánimo y una sensación de relajación totalmente controlada. El yoga es sin duda de las mejores formas para combatir el cansancio acumulado de una forma activa, esquivando pobres soluciones que acaban teniendo peores resultados a la larga, como estar horas tumbado en el sofá o desconectar viendo exclusivamente la televisión.
Las posturas, la respiración y la concentración
Para realizar el yoga debemos coordinar sus tres principales fuentes: las posturas, la respiración y la concentración. En cualquier centro de yoga o con cualquier entrenador particular aprenderemos sin problemas los pasos necesarios para cada uno, teniendo siempre en cuenta que los tres tienen igual de importancia para poder obtener los beneficios recomendables. No servirá de nada que nos centremos en las posturas al ser lo más visible y descuidemos los ejercicios de respiración y concentración. El yoga puede ser muy divertido de practicar pero es una disciplina, una técnica de relajación que debe ser respetada.
Debemos tener bien presente que no es un método con resultados inmeditatos, requiriendo que trabajemos duro para poder conseguir sacarle todo el provecho. Aunque puede servirnos perfectamente como método para relajarnos después de una dura jornada laboral es mejor tomárnoslo en serio, practicando los ejercicios detenidamente y usando la respiración en otros momentos aparte de la sesión particular de yoga. Poder sentirnos agusto con nuestro cuerpo y controlar nuestro pensamiento será sin duda el mayor beneficio que obtendremos con este método, logrando aumentar enormemente el autocontrol sobre nosotros mismos. A la larga este será el mayor beneficio con diferencia, pudiendo conseguir el resto aunque no estemos practicando expresamente los ejercicios.