La leche de avena además de ser un buen sustituto de la leche de vaca, es rica en una sustancia llamada avenosa que es muy apropiada para las personas que consumen mucha energía como deportistas, trabajadores o niños en crecimiento. Ayuda a mantener un nivel de trabajo fuerte.
Aporta una gran dosis de ácidos grasos insaturados, entre ellos el ácido linoleico y los fosfolípidos. Contiene gran cantidad de fibra soluble que ayuda a rebajar los niveles de colesterol. Entre sus vitaminas a destacar son la A, D, B2, B12.
Al contrario de la leche de vaca es muy fácil de digerir por su origen vegetal.
Uno de los productos que se derivan de la leche de avena es la nata de avena. Al igual que la leche de avena es un producto sin lactosa por su origen 100% de vegetal. A este producto además de la avena, se le añade aceite de girasol, y espesante para que tenga una textura lo mas parecida a la nata procedente de la vaca. Esto hace que se consigan platos con este ingrediente iguales a los preparados con nata convencional.
La nata de avena es una gran alternativa para las personas que sufren intolerancia a la lactosa y/o a las proteínas de la leche de vaca.