El origen del olivo se remonta prácticamente a los comienzos de la humanidad y la excelencia de sus frutos y del aceite de oliva aparece referenciada a través de la historia prácticamente en todas las culturas mediterráneas.
Los primeros cultivos se desarrollan en una región comprendida entre Creta, Siria, Egipto y Palestina, extendiéndose a Grecia a través de la península de Anatolia. Los fenicios expandieron el olivo por todo el Mediterráneo y hacia el año 1050 a.C. lo introdujeron en la Península Ibérica. Sin embargo, su cultivo adquirió un gran desarrollo con la llegada de Escipión (212 a.C.) y durante la dominación romana (25 a.C.). Posteriormente los árabes potenciaron de forma espectacular el comercio y consumo del aceite de oliva.
Virgen Extra
El aceite de oliva virgen extra es el aceite de mayor calidad del mercado porque preserva intactas sus vitaminas, ácidos grasos esenciales y sus cualidades antioxidantes.
Es el zumo de los frutos del olivo obtenido exclusivamente por procedimientos mecánicos. Está rigurosamente prohibida su extracción y elaboración con uso de medios químicos o bioquímicos.
La baja temperatura durante el proceso de extracción es un factor determinante de la excelente calidad de estos aceites, ya que contienen principios extraordinariamente saludables que pueden alterarse por efecto del calor. Los frutos para esta clase de aceite han de estar sanos, ser recogidos en el punto de madurez óptimo, y exprimidos tras su recolección en un período de tiempo muy breve para evitar reacciones químicas no deseables.
Cómo consumirlo
Este aceite puede consumirse tal y como se extrae en la almazara. Recién extraído, sin filtrar, se llama aceite en rama, y tiene un aspecto turbio muy característico, debido a las partículas de oliva que contiene. Con el transcurso del tiempo, su aspecto cambia radicalmente pasando a ser transparente, porque las partículas de oliva se decantan y se depositan en el fondo del envase, por efecto de la gravedad. El sabor del aceite en rama es más intenso que el que se disfrutará transcurrido un tiempo.
El contenido graso de las olivas depende de la variedad y de las condiciones climatológicas de la campaña.
La cantidad de aceituna necesaria para obtener un litro de aceite puede variar desde los 4,5 a 5 Kg hasta los 7 u 8 kg, dependiendo del contenido graso de los frutos, que difiere según variedades y época de recolección. Los aceites de alta calidad, como el nuestro, son más caros porque las olivas se recogen en un punto óptimo de madurez, lo que supone una pérdida muy alta comparativamente al volumen total que se hubiera obtenido a partir de la misma cantidad de olivas plenamente maduras (el rendimiento de aceite aumenta con el grado de madurez).