Esta tarta salada es una comida estupenda para los meses de verano, ya que acompañada de una ensalada vegetal bien fresquita se convierte en un plato único y sano, y además ecológico.
Para realizar la base de la tarta vamos a necesitar:
- Cuarto kilo de harina de espelta.
- Un huevo ecológico.
- Tres cucharadas de mantequilla templada.
- Sal
- 1 Huevo
- Cuarto vaso de leche
Vertemos todos los ingredientes anteriores en un bol, y con una batidora con palas lo amasamos todo hasta que quede un masa homogénea y sin grumos, hacemos con ella una bola, la tapamos y la dejamos reposar en la nevera una media hora. Pasado este tiempo la extendemos en molde con bordes altos para horno, ponemos unos garbanzos secos por encima para que no suba, y la horneamos a ciento setenta grados durante veinte minutos. Sacamos, quitamos los garbanzos, y reservamos.
Para el relleno necesitaremos
- Dos pechugas de pollo en tiras
- Seis huevos ecológicos
- Hierbas aromáticas
- Sal y pimienta
- Nata de cocina de espelta
- Queso azul ( algún otro que funda bien)
- Aceite
Rehogamos el pollo en el aceite, sin dejar que se dore demasiado, con las hierbas. Mientras batimos el resto de los ingredientes, menos los los huevos, y lo echamos sobre la masa. Añadimos el pollo, y colocamos los huevos por encima con cuidado de que no se rompan las yemas. Meter al horno a unos ciento ochenta grados durante veinte minutos, o hasta que veamos que los huevos estén bien cuajados. Se puede adornar con unas tiras de pimiento asado entre los huevos.
Imagen | Fullera-transitando