Según un estudio realizado por el colegio Americano de nutrición en 1996, existe una relación directa entre la zona de nacimiento y la intolerancia a la lactosa.
Esta relación esta relacionada con aquellos pueblos que tradicionalmente se hayan dedicado a la ganadería. En estas culturas, está mas generalizado el consumo de lácteos a lo largo de la vida, en consecuencia, nuestro metabolismo se ha ido acostumbrando a este alimento asimilándolo de una manera natural.
Los hábitos de nuestros ancestros como indicador de intolerancias
En otro tipo de culturas, mas tropicales, el uso de animales no estaba tan extendido por lo tanto el consumo de lactosa, era reducido, esto tuvo lugar a una falta de costumbre, generando a las siguientes generaciones esta falta de lactasa, imprescindible para poder asimilar este alimento.
Se habla que la mayoría de las personas adultas, sufre un mínimo de intolerancia a la lactosa, a diferencia de los países nórdicos que su intolerancia llega a niveles mínimos de alrededor del 1%, al ser un pais, tradicionalmente ganadero.
La manera mas aconsejable de verificar el efecto de la lactosa en cada persona es realizando las pruebas de intolerancia.