El pollo se caracteriza por ser un alimento delicioso que nunca falta en la cocina de muchas casas españoles. Se trata de un alimento nutritivo desde un punto de vista nutricional, que además de ser bajo en calorías y grasas es sumamente rico en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. No obstante, es cierto que su contenido calórico dependerá directamente de las formas de preparar el pollo ecológico.
El pollo ecológico se convierte en una opción saludable y adecuada a la hora de consumir pollo cada día. ¿Por qué? Porque no solo nos aporta más valores nutricionales y beneficios que el pollo común. También aporta seguridad y confianza al consumidor, además que desde un punto de vista culinario, es mejor en cuanto a sabor y textura.
Se caracteriza por ser un alimento sumamente versátil, lo que significa que no solo “pega bien” con una gran variedad de alimentos, sino que se pueden elaborar una gran cantidad de recetas diferentes.
Formas de cocción y de preparación del pollo ecológico
Está claro que la forma de cocción del pollo ecológico dependerá directamente de la receta que vayamos a elaborar, dado que no es lo mismo preparar un caldo de pollo que un asado.
No hay duda que entre las opciones más saludables nos encontramos el pollo asado, que se puede elaborar con frutas o solo con verduras, el pollo al horno (que aporta un sabor diferente), el pollo al vapor (que se cocina solo con sus propios líquidos), o bien el pollo a la plancha (opción igualmente saludable si no lo preparamos con demasiado aceite).
La clave está, como es de imaginar, en elegir una forma de cocción/preparación saludable, que nos permita disfrutar –eso sí- mejor de su sabor y su textura.