Que la cosmética ecológica aporta realmente un buen número de productos naturales interesantes y especialmente útiles en el cuidado de la piel, de eso prácticamente no hay duda. Y, precisamente, destaca y se caracteriza por producir productos elaborados con ingredientes cien por cien naturales, provenientes de plantas y hierbas que encontramos fácilmente en la Naturaleza. Hoy queremos hablarte sobre el aceite de argán.
Del árbol Argania spinosa se obtiene el popular aceite de argán, un tipo de aceite que encontramos especialmente en zonas de Marruecos y México. Es un árbol de crecimiento lento, que para dar su primer fruto puede tardar 5 años (de ahí que su aceite sea conocido como el “oro de Marruecos”, por su elevado precio ya que su coste productivo es alto).
Dos tipos de aceite de argán bien diferentes:
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El propio aceite de argán natural, beneficioso para la piel y para disfrutar de una positiva belleza natural.
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El aceite que se obtiene prensado en frío a partir de las semillas tostadas de la planta, de origen bereber.
Su fruto, de donde se obtiene el citado aceite, tiene el tamaño que recuerda a una oliva, de sabor muy amargo, y tarda aproximadamente un año en madurar de forma completa.
De hecho, para obtener 1 litro de aceite de argán se necesitan aproximadamente 50 kilos de frutos de argán, de ahí que su precio sea elevado, dado que además se requiere una extracción manual y artesanal (se tarda unas 5 horas en conseguirlo).
Alternativas al aceite de argán, el aceite de onagra
Si no encuentras productos cosméticos a base de argán una alternativa es el aceite de onagra con el que podrás cuidar tu piel de una manera muy similar, además está indicado para aminorar los efectos del acné, proporciona tersura, hidratación y elasticidad a la piel, retrasando la aparición de arrugas y el envejecimiento de la epidermis.
