¿Sabías que la mandarina es de origen asiático? Aunque unos la sitúan en la propia China y otros en Filipinas, lo cierto es que es una fruta que nos llega de muy lejos y que hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX no llega a nuestra península para instalarse definitivamente en la cuenca mediterránea.
De todos los cítricos, es una de las frutas más pequeñas con un aroma especial que las distingue del resto. Además es muy fácil de pelar, jugosa y con un punto de acidez en su justa medida. Comprar mandarinas es la mejor opción cuando se quiere disfrutar de una fruta que no sólo es rica en cuanto a sabor sino que además queremos que nos aporte nutrientes importantes a nuestro organismo. Hoy en día, podemos encontrar diferentes variedades de mandarinas. De todas, la más conocida por todos es quizás la clementina.
La mandarina contiene mucha fibra lo que favorece nuestro transito intestinal. Además es una fuente importante de hidratos de carbonos y de agua. Comer una mandarina aporta minerales como potasio, magnesio, fósforo y calcio. También contiene ácido fólico, antioxidantes, beta-caroteno, ácido cítrico y sobre todo vitamina C y A. ¿Quieres saber en qué te puede ayudar una mandarina?
- Ayuda a tu hígado y riñones a expulsar las toxinas generadas en tu organismo.
- Es una fuente importante de colágeno así que podrás lucir una piel bonita y también cabellos y uñas en perfectas condiciones.
- Si tienes tendencia a retener líquidos, impiden su formación.
- Tiene propiedades antialérgicas y antiinflamatorias.
- Si estás más alterado de lo normal, combate el estrés causado por el día a día.
- Permite que la sangre fluya con mayor facilidad, de ahí que sea una aliada cuando se padece de problemas cardiovasculares.
- Ayuda a controlar los niveles de ácido úrico y, por tanto, previene y combate la artritis, gota o reuma,
- Mejora el sistema inmunológico en general.
La mandarina es la fruta preferida de los niños. Su pequeño tamaño y su aroma atraen a los más pequeños de la casa que la pueden degustar en cualquier momento del día: como postre en las comidas, como merienda o como excelente tentempié.
Hoy en día, gracias a Internet, podemos adquirirlas online en las cantidades que deseemos. Desde cualquier lugar, en cualquier momento del día, podemos hacer nuestro pedido y en cuestión de horas tenerlas encima de la mesa, listas para comer. Y por si fuera poco, nos las recogerán directamente del campo para traerlas a nuestro domicilio.