La historia del cultivo de la espelta ecológica en Asturias se remonta a la Edad Media. También conocida como escanda, llegó a ser el cereal más cultivado, para pasar a casi desaparecer en el siglo XVI debido a que su cultivo fue yendo sustituido por el del maíz. La espelta pertenece a los cultivos asturianos de invierno, y con ella se elabora el pan de trigo, además de otros alimentos, como fideos o macarrones.
Actualmente en Asturias se cultiva espelta de dos especies la Triticum Spelta y Triticum Diccocum. La primera, también conocida como espelta mayor, deriva directamente del trigo, y la segunda de un cruce de Triticum boeticum Boiss y Aegilops speltoides Tausch.
Características de las espeltas de Asturias
Encontramos en Asturias bastantes variedades de espelta, entre ellas están, la de grano rojo y la azulada de Grado, perfectas para panadería, y las de de Somiedo y la negra que son menos indicadas para hacer pan. Entre sus virtudes encontramos
- Es excelente para el sistema nervioso por su riqueza en ácidos grasos.
- Ayuda a metabolismo de los carbohidratos por su alto contenido en vitamina B.
- Contiene los ocho aminoácidos esenciales, que el organismo humano no puede producir por si solo, y que son fundamentales para una buena salud.
- Su gran aporte de fibra evita la aparición del estreñimiento, obesidad y ayuda a rebajar el colesterol.
- Su alto contenido en ácido silícico, oligoelemento imprescindible en la formación del tejido conjuntivo, hace que mejore la calidad de nuestra piel y cabello, así como a fortalecer los huesos, y cuidar de nuestro sistema cardiovascular.
- Todo aquel alimento que sea elaborado con espelta como por ejemplo un bizcocho, adquirirá un mayor valor nutricional, con lo cual es ideal para aquellas personas que por diferentes causas se encuentren desnutridos.