Si existe un alimento sumamente saludable, e indispensable incluso dentro de una dieta saludable y equilibrada, ese es el pollo. Como de buen seguro sabrás, se caracteriza por ser una carne blanca, generalmente baja en grasas, con un mínimo aporte calórico y un alto contenido en proteínas de alto valor biológico.
No hay duda que el pollo ecológico destaca por encima de la carne de pollo común, dado que no solo sorprende la calidad de la carne y su sabor, sino que se trata de un producto alimenticio que goza de todas las seguridades y de la mayor confianza.
¿Por qué? Porque los pollos han sido alimentados con productos 100% naturales, han sido criados en un medio ambiente respetable, y no han sido sobremedicados para que crezcan rápido y desarrollen una carne mayor.
Esto se traduce en su calidad, tanto desde un punto de vista culinario (respecto a su sabor y textura), como nutricional (sobre la información nutricional que encontramos en el pollo ecológico).
¿Cuál es la información nutricional del pollo ecológico?
Al igual que ocurre con otros tipos de carnes ecológicas (como es el caso, por ejemplo, de la carne de vaca), la carne de pollo es una carne sumamente rica en proteínas. De hecho, aporta un 20% de proteínas aproximadamente.
A continuación te resumimos el aporte nutricional del pollo ecológico:
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Calorías: 100 gramos de pollo ecológico aportan solo 165 kilocalorías.
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Grasa: sumamente bajo, apenas 9,80 g.
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Proteínas: 20% (aproximadamente 19,99 g.).
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Vitaminas: destaca su alto contenido en vitaminas del grupo B (vitamina B3 y B12), además de vitamina A y vitamina C.
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Minerales: destaca su contenido en minerales como el hierro y el calcio.