No hay duda que los huevos se convierten en unos alimentos sumamente saludables, que nos aportan beneficios y propiedades nutricionales e interesantes dentro de una dieta sana y equilibrada. Pero, ¿qué diferencias –reales- tienen los huevos ecológicos frente a un huevo estándar o común? ¿Son realmente más saludables los primeros frente a los segundos? ¿Y en sabor y textura? Te desvelamos todas las dudas.
Como te hemos indicado en muchas ocasiones, los huevos ecológicos se rigen por la normativa europea CEE nº 2092/91, que prohíbe el uso de sustancias químicas y de origen artificial en la alimentación y crecimiento de las gallinas.
Además, los animales deben encontrarse libres en campos sobre los que no se hayan usado plaguicidas ni abonos químicos.
Sin embargo, los denominados como huevos comunes (que también puedes ser conocidos como huevos estándar), sus gallinas son criadas en jaulas, de forma estabulada y generalmente poseen una vida muy corta. Los piensos que se les administra son los obtenidos de harinas de pescado y carne con colorantes (para el color de la cáscara).
¿Los huevos ecológicos son mejores que los huevos comunes?
La principal diferencia que encontramos entre un huevo ecológico y uno que no lo es viene de las cualidades organolépticas que éstos poseen: aspecto, sabor, aroma y textura.
Teniendo en cuenta que los huevos ecológicos provienen de gallinas a las que no se les ha suministrado antibióticos ni hormonas, que son criadas al aire libre, y además comen cereales de producción ecológica, no hay duda que poseen un mejor sabor y una textura muchísimo más suave. Además, la yema no posee un color artificial.