El sirope de agave es un sustituto natural del azúcar refinada, ideal para aquellas personas que padecen diabetes de tipo II, ya que su índice glucémico es mucho menor que el de otro tipo de edulcorantes. Además, recientes estudios, han demostrado que entre sus propiedades cuanta con la de ser un poderoso antioxidante. Hoy os vamos a dejar una receta muy sana, completa, dulce y ecológica, ya que combina las bondades de la espelta con las del sirope de agave.
Ingredientes
- Cuatro yemas de huevo y dos claras.
- Cien gramos de sirope de agave
- Un yogur natural sin azúcar.
- Un vaso de nata sin lactosa.
- Cuarto kilo de harina integral de espelta (ideal para dulces).
- Un sobre de levadura
- Un cucharadita de sal.
- Un poco de aceite de oliva ecológico.
Preparación
Para comenzar a elaborar esta receta vamos a ir precalentando el horno a unos ciento ochenta grados durante diez minutos. Mientras, batimos las claras a punto de nieve con la sal y añadimos, sin dejar de batir, el yogur, el sirope de agave, la levadura, la nata y poco a poco la harina de espelta.
Si tenemos una batidora de palas es el momento de usarla para lograr una masa homogénea y sin grumos, y si no, a batir un rato más con energía. Pintamos un molde apto para el horno con el aceite de oliva y vertemos en el la masa del bizcocho. Horneamos a ciento cincuenta grados durante cuarenta y cinco minutos, sin abrir para nada la puerta del horno para que no se desinfle. Una vez pasado el tiempo lo dejamos reposar, y una vez frío con ayuda de un cuchillo fino desmoldamos.