La espelta es una variedad de trigo conocida también popularmente con el nombre de escanda, aunque también en otros lugares del mundo se la conoce con los nombres de trigo verde o trigo salvaje, como ya te hemos indicado en momentos anteriores.
Se trata de un alimento que está ganando en popularidad en los últimos años debido sobretodo tanto a sus beneficios como a sus cualidades nutricionales, de forma que cada vez es más sencillo encontrar espelta en muchas tiendas especializadas.
En lo que se refiere al cultivo de espelta, es conveniente tener en cuenta que su cultivo se está recuperando, sobretodo en zonas montañosas de Alemania, Suiza o Austria. Y en nuestro país también cada vez es mayor los números de cultivos que encontramos en España.
¿Cómo es el cultivo de espelta?
Su cultivo requiere suelos profundos para el buen desarrollo del sistema radicular, aunque es cierto que la espelta, como el trigo común, no requiere de un clima demasiado húmedo (de hecho, se ha comprobado que, en años secos, el trigo puede desarrollarse sólo con 400 mm. de lluvia).
Su ciclo vegetativo comprende el periodo vegetativo (desde la siembra hasta el comienzo del encañado), el periodo de reproducción (desde el encañado hasta la terminación del espigado) y el periodo de maduración (desde el espigado hasta el momento de la recolección).
Para que el trigo germine, es importante humedad, y una temperatura adecuada (de 20-25ºC) y aire a su alrededor (necesario para activar los procesos de oxidación).
En lo que se refiere al encañado, tiene lugar cuando empiezan a elevarse las temperaturas, consistiendo en el crecimiento del tallo por alargamiento de los entrenudos. Mientras que el espigado se lleva a cabo con una transpiración y extracción de humedad y alimentos del suelo, los cuales llegan al máximo.
Como vemos, se trata de un proceso en ocasiones complicado, de forma que en los próximos artículos conoceremos más en profundidad temas y cuestiones relacionadas directamente con el cultivo de espelta.
