Ya te hemos ilustrado sobre qué es un huevo ecológico y cómo diferenciarlo de los camperos. Ahora bien, estás dispuesto a hacer el cambio a estos productos más sanos pero temes que el precio sea demasiado desorbitado.
Es sabido que los productos orgánicos suelen tener un precio algo mayor a los más masificados en su producción. La buena noticia es que lo que valen no los vuelve inaccesibles ni mucho menos.
Factores a tener en cuenta aparte del precio
Aparte del precio hay otros factores que debes tener en cuenta al momento de comprar huevos ecológicos. Por empezar, su fecha de caducidad son un punto clave. Normalmente la caducidad viene en un adhesivo enganchado en la caja.
El tamaño de los huevos también es un punto importante a considerar si quieres llevar mercadería realmente buena a casa. Esta característica está determinada por la madurez de la gallina ponedora (las más jóvenes los ponen más pequeños, las adultas, más grandes) y por su alimentación (una mayor riqueza en proteínas en la dieta favorece un mayor tamaño).
A diferencia de lo que podreís pensar, cuanto más chicos los huevos mejor ya que al ser grandes su cáscara es menos resistente y porque para lograrlos se ha sometido a las gallinas a procesos muy poco naturales. En el etiquetado, el tamaño de los huevos se señala mediante un adjetivo y una letra.
A veces el precio más barato puede implicar llevar menor calidad, haciendo que ese alimento no sea tan nutritivo ni tan natural. Por eso, nunca está de más tomarse un momento para meditar antes de llenar el chango.