Si bien es cierto que el pollo destaca por ser una de las carnes blancas más consumidas, sorprende su elevada riqueza nutricional en lo que a nutrientes se refiere. Pero no hay duda que el pollo ecológico se convierte en una de las mejores opciones.
¿Por qué? Fundamentalmente porque como ya te hemos indicado en varios artículos anteriores, se tratan de carnes completamente seguras, con una gran calidad y un mayor poder nutricional, puesto que las aves han sido alimentadas con alimentos completamente naturales, no han sido adulterados y han sido cuidados desde su nacimiento.
Por ello la carne de pollo ecológico destaca no solo por su poder nutricional, sino por su textura y su calidad, muchísimo más recomendada que la carne de pollo industrial obtenida de pollos provenientes de granjas no ecológicas.
Las principales proteínas del pollo ecológico
No hay duda que el pollo se convierte en uno de los animales más versátiles en lo que se refiere a la cantidad de platos y recetas que se pueden elaborar con su carne.
Destaca por ser una carne blanca, lo que significa que su contenido en grasas es tremendamente bajo, mientras que su contenido proteico es bastante interesante.
Aunque este contenido dependerá directamente de la opción que utilicemos para su elaboración. Así, por ejemplo, si bien el pollo hervido alcanza el 30% de proteínas, el pollo asado contiene un total de 25% de proteínas.
Por tanto, se trata de un alimento indispensable dentro de cualquier dieta equilibrada, e incluso aconsejado en dietas de adelgazamiento y de pérdida de peso, por su bajo contenido en grasas y su elevado contenido en proteínas.